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Niños con caspa: trucos y recomendaciones

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La caspa en los niños o la dermatitis seborreica es una afección común y normal. La caspa se limita al cuero cabelludo e involucra piel con prurito y descamación sin inflamación aparente. No se trata de una enfermedad en sí, sino una condición o afección que suele ser incómoda o antiestética para el niño que la padece.

¿Qué es la caspa infantil?

La caspa infantil son esas escamas claras, blancas o amarillas dispersas por el cuero cabelludo y el cabello sin eritema. Puede extenderse a la línea del cabello, el área retroauricular y la cejas. En el caso de los bebés o lactantes, esta condición es denominada costra láctea.

La dermatitis seborreica no es más que esta afección que tiene la característica de extenderse a el resto del cuerpo. La caspa no es contagiosa, ni tampoco se desarrolla por la falta de higiene y cuidados de quien la padece. No obstante, se suele asociar al uso constante y excesivo de champú o acondicionadores.

Tratamiento para la caspa en niños

Las opciones terapéuticas de la caspa son las mismas en los niños que en los adultos. Sin embargo, es conveniente consultar de manera previa con el médico pediatra para que sea él quien realice las indicaciones correspondientes. El tratamiento de la caspa se centra en los siguientes aspectos:

  • Eliminar los signos de la afección.
  • Mejorar los síntomas asociados, en especial el prurito.
  • Mantener la remisión con terapia a largo plazo.

Trucos y recomendaciones para la caspa en niños

Si bien la caspa o dermatitis seborreica es una manifestación cutánea que no reviste gravedad ni complicaciones, suele generar malestar o incomodidad en los niños que la padecen. Para ello, existen algunas medidas de cuidado e higiene para prevenir o manejar estas escamas molestas.

1. Cepillar el cabello del niño de manera diaria

El cepillado del cabello es muy importante debido a que así es como se remueven todas las células muertas que se han ido desprendiendo de la superficie cutánea. El cepillado se recomienda que sea suave y de manera poco fuerte para no generar irritación en el cuero cabelludo.

2. Utilizar los productos de enjuague adecuados

En ciertas ocasiones los productos no son los correctos para los niños y pueden sensibilizar el cuero cabelludo y ocasionar brotes de caspa. A su vez, se deben elegir los champús correctos, que tengan los componentes específicos para el tipo de pelo y cuero cabelludo a tratar. También hay que optar por los enjuagues que son de uso medicinal para cabellos secos.

3. No utilizar productos grasos

El uso de productos con gran cantidad de componentes grasos puede ser perjudicial para la prevención o el manejo de la caspa en niños. Por ende, se indican enjuagues que sean suaves e hipoalergénicos a su vez.

4. Champús medicinales

Por lo general, los niños con caspa suelen manejarse con enjuagues que tienen componentes específicos para el tratamiento de las escamas. Alguno de ellos son los siguientes:

  • Agentes queratinolíticos: la patogenia de la caspa implica la hiperproliferación de los queratinocitos, lo que da como resultado la desregulación de la queratinización. En consecuencia, los corneocitos se agrupan y forman las escamas.
  • Acido salicílico: es un agente queratinolítico de ácido betahidroxílixo que se utiliza para eliminar la piel hiperqueratósica escamosa. A su vez, disminuye la adhesión de célula a célula entre corneocitos.
  • Azufre: el azufre tiene actividad queratolítica y antimicrobiana.
  • Reguladores de la queratinización: la piritiona de zinc cura el cuero cabelludo al normalizar la queratinización epitelial o la producción de sebo o ambas.
  • Alquitrán: el alquitrán es una de las opciones terapéuticas de la psoriasis y se ha demostrado también que es muy eficaz para el tratamiento y manejo de la caspa. Las propiedades que tiene de tinción, el olor y la suciedad de la utilización del alquitrán limitan su uso.
  • Corticoestroides: las propiedades paraqueratósicas de los corticoesteroides tópicos dependen de la estructura del agente, el vehículo y la piel sobre la que se emplea. Actúan a través de sus efectos antiinflamatorios y antiproliferativos.

5. Alimentación e hidratación

La alimentación saludable y variada contribuye a que la piel se encuentre en óptimas condiciones y con la humedad necesaria para cumplir todas sus funciones de manera correcta.

Incluso, la hidratación constante, sin llegar al momento de sentirse con sed, puede resultar beneficiosa para evitar los episodios de caspa en niños.

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