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Durante el embarazo, las alteraciones hormonales generan cambios en el cabello. Es por esto, que se requieren cuidados especiales para mantenerlo saludable.
Los cuidados recomendados para poner en práctica en el pelo durante el embarazo pueden mantenerse en el posparto también. Los cambios hormonales que se desarrollan desde el comienzo de la gestación conducen a una caída del cabello junto con pérdida del brillo y de su grosor.
Cambios en el pelo durante el embarazo
La causa principal de la aparición de los cambios en la calidad del cabello se debe al incremento de las hormonas del embarazo.
Aumento del grosor del cabello
El aumento del grosor del cabello es una de las manifestaciones que aparecen como consecuencia del aumento de los niveles de los estrógenos. A su vez, estimula el crecimiento del cabello y lo retiene en una fase de crecimiento.
Por lo tanto, durante la gestación, las futuras madres sienten que tienen el cabello más brillante y grueso. Sin embargo, luego del nacimiento, descienden los niveles de estrógeno y el pelo avanza a una fase de reposo que lo hace desprenderse y caer. De acuerdo con la American Academy of Dermatology Association, al cabo de un año el cabello regresa a su plenitud.
Aumento de la cantidad de cabello
El incremento del volumen sanguíneo junto con el aumento de los niveles de estrógenos (hormonas sexuales, principalmente femeninas) mantienen el cabello en la fase anágena del ciclo del pelo. Esto impide que se lleve a cabo el desprendimiento y su posterior caída de manera espontánea. De hecho, suelen caerse alrededor de 80 a 100 cabellos por día. Al permanecer en la cabellera, sin desprenderse, parece que el pelo es más abundante o que tiene mayor grosor.
Conoce cómo cuidar el pelo en el embarazo
Para asegurarse de que el cabello se mantenga brillante y saludable durante el embarazo, hay varios aspectos que se deben tener en cuenta. Te lo contamos a continuación.
No usar la secadora o la plancha térmica
El uso de electrodomésticos que funcionen a través del calor (como la plancha eléctrica o la secadora) torna más quebradizo el pelo al provocar mayor resequedad. Además, se genera una destrucción del cemento intercelular de las fibras capilares, escamas en la cutícula y abre las puntas de los cabellos.
Llevar adelante una alimentación variada
La alimentación es uno de los pilares más importantes durante el embarazo. No solo es el alimento y nutriente del bebé a nacer, sino también de la madre gestante. Por lo tanto, una dieta equilibrada y completa es la clave para tener un cabello brillante y voluminoso. La misma debe incluir verduras frescas y frutas, junto con nueces, semillas y alimentos ricos en proteína.
La hidratación suficiente durante todo el día también es importante, incluso para prevenir la retención de líquidos característica de este período.
Evitar las tinturas de pelo
Lo ideal es evitar todos aquellos tratamientos que contengan químicos o la coloración en sí misma. Esto se debe a que estos productos pueden ser absorbidos ante el contacto con el cuero cabelludo y, quizás, transmitirse al bebé en desarrollo. Incluso, pueden ocasionar reacciones alérgicas indeseadas o prurito, descamación e inflamación.
Las sustancias a evitar son la parafenilendiamina (PPD) y el peróxido de hidrógeno, que se los suele encontrar en las tintas oscuras y permanentes. Por otra parte, el momento más sensible para el desarrollo psicomotor y cognitivo del bebé es el primer trimestre, por lo que se recomienda evitar el uso de tinturas.
Elegir acondicionadores y champús adecuados
La gran mayoría de los productos cosméticos para el cuidado del cabello contienen fragancias sintéticas, ftalatos y parabenos. Estos últimos son disruptores hormonales, es decir, sustancias químicas que ingresan al cuerpo a través de la absorción de la superficie cutánea. A su vez, tienen la capacidad de provocar una alteración en el equilibrio hormonal del organismo y el propio sistema reproductivo. Por lo tanto, se recomienda evitar su uso durante el embarazo.
Los cambios en el cabello son temporales
Todos los cambios que se desarrollan en el cabello durante el embarazo suelen ser temporales. Así, luego del parto, comienzan a resolverse de manera espontánea. Si bien estas alteraciones no son preocupantes, nunca está de más llevar a cabo los cuidados necesarios para prevenirlos o sobrellevarlos de la mejor manera posible