17,919 Visitantes
El momento en el que una madre se decide a retirar el pecho a su bebé muchas veces es tratado como un tabú o como un mar de dudas. No obstante, ten en cuenta que no es necesario hacerlo “porque es lo que se debe hacer” o porque “el niño es ya muy mayor”. Lo que está claro es que cuando se decide proceder al destete nocturno, suelen surgir muchas dudas sobre cómo llevarlo a cabo. En este artículo te las resolvemos
Si te gusta dar el pecho o el biberón a tu bebé por la noche, no hay motivo para parar. Con el tiempo, tu bebé se despegará. Además, si te sientes cansada o de mal humor y percibes que tu bebé está físicamente preparado para ese cambio, será el momento de llevar a cabo el destete nocturno.
La madre es la indicada para decidir cuándo dejará de dárselo y por qué motivos. Cada niño es un caso. Pues bien, ahora que es el momento de quitarlo, es obvio que lo quieras hacer de la mejor y más respetuosa manera posible.
Preguntas que surgen ante el destete nocturno
A continuación, expondremos alguna de las cuestiones que toda madre suele formularse a la hora de comenzar el proceso del destete nocturno.
¿Cuándo sé que mi bebé está preparado?
¡Tranquilas mamás!, depende de cada caso. Si tu bebé se encuentra entre los 4 y los 6 meses de edad, seguramente es el momento de comenzar el camino hacia el destete nocturno. La mayoría de los bebés en este periodo consumen suficientes calorías durante el día como para poder dormir cinco o seis horas del tirón.
Aunque es cierto que es frecuente que tu bebé se despierte pidiendo el pecho. Están muy acostumbrados y, por ello, necesitarás un poco de tiempo para cambiar esa rutina.
Además, deberás preguntarte si lo que quiere el bebé es establecer un vínculo contigo. Algunas madres pasan poco tiempo con sus hijos durante el día, por lo que tal vez tu bebe estará tratando de suplir esas carencias durante las horas de sueño.
Otro motivo por el que tu bebé puede desvelarse a menudo es porque le comiencen a salir los dientes, o padezca de algún tipo de dolencia, como un resfriado o un posible cambio en su desarrollo.
Por todos estos motivos, es de vital importancia llevar a cabo el destete nocturno sin realizar cambios bruscos, ya que se trata de un momento en el que tu bebé necesita de ti y sentirse protegido. Y, sobre todo, si en algún momento te surgen dudas habla con tu pediatra.
¿Qué pasos tengo que seguir?
Ahora, vamos a proceder con unos sencillos pasos que podemos seguir para ejecutar el destete nocturno.
- Tener siempre presente los sentimientos de tu bebé: Tú has elegido el momento en el que destetar a tu hijo y, por tanto, debes entender los momentos de frustración que puedan aflorar en el proceso.
- No obviar nuestros propios sentimientos como madres: Lo normal es sentir culpa y alivio a partes iguales. Por ello, no seas dura contigo misma.
- Analizar el momento en el que se va a llevar a cabo el destete: No cualquier momento es bueno para iniciar este cambio. Por ejemplo, una mudanza, la llegada de un hermano/a, el comienzo de la guardería… En cualquier momento crucial en la vida familiar se recomienda no iniciar este proceso tan delicado.
- Tu bebé necesitará más cariño para compensar esa ausencia.
- Ofrecerle líquidos o alimento: En el momento en el que tu hijo se despierte y busque el pecho, dale alternativas como agua o leche.
- Cambiar a tu bebé de cama: La emoción por ser mayor y empezar a dormir con su hermano o en otra habitación puede hacer más sencillo el cambio. Sin embargo, solo es recomendable si no implica una obligación o hay que forzar al niño/a.
- Involucrar al papá en el destete: Suele ser efectivo que el padre se consciente de lo que este cambio supone a su bebé. Se trata de que lo sostenga cuando se desvele, le entretenga y le muestre su cariño y apoyo.
- Retroceder y parar cuando sea necesario: No hay que ser intransigentes y creer que una vez empezado no hay que dar marcha atrás.